2-) Por cultura: La cultura musical es muy compleja, tanto como pueden ser otras grandes culturas como la literaria. La música (sobre todo la erudita) nos cuenta mucho acerca de la época, de las emociones que caracterizaban, del periodo cultural que se vivía. Y muchísimo del autor de la obra; Escuchar Beethoven te dice certeramente el periodo revolucionario en el cual estaba viviendo, y el caracter fuerte e impulsivo de Ludwig. Las obras de Mozart ofrecen la diversión y alegría que lo caracterizaba, y a la vez el clasicismo que rodeaba a la época, que se sentía en el ambiente de aquel entonces.
3-) Para disfrutar: uno de los mayores placeres que ha creado el hombre, es la música. El buen gusto que se puede expresar a través del sonido, la armonía que llega como de ninguna otra forma, es sin duda única. Además, el camino para aprender a disfrutar de la música es tan hermoso como la meta misma: no hay desperdicio. Lo disfrutamos cada segundo, con cada progreso que damos dando, cada salto que pegamos.
4-) Para expresarnos: tanto al escuchar y mucho más al componer, con la música podemos expresarnos en formas tanto igual o más profundas que con las palabras. Como es un arte, puede entrar y hacer aflorar nuestros más profundos pensamientos, lo que llevamos dentro, y al carecer de palabras (en el caso de la música instrumental) llega de un modo mucho más puro al oyente.
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