¿Por qué?
Pues es la mejor decisión, porque desde un comienzo fue tangible el hecho de que al Sr. Ex-presidente Fernando Lugo le quedó muy grande el cargo. Y no sólo me refiero a su inoperancia e ineptitud, sino también en sus grandes desaciertos como la mala conducta que tiene (se conoce su gran actitud de mujeriego y también el hecho de defender bastante a "grupos revolucionarios"). Pero la forma en que se tomó la decisión, es la peor.
¿Por qué?
Porque:
- Fue tomada por gente peor que él: El congreso actual es probablemente el peor que tuvo el Paraguay en muchos años. Estas últimas semanas, sin ir más lejos, rechazó el desbloqueo de lista sábanas, y estaban a punto de aprobar un aumento presupuestario para robar más y más cuando el pueblo se lo impidió.
- Fue desarrollada bajo medidas totalmente aberrantes: No se puede hacer un juicio político sobre actos que, según decían, demandaban 4 años de desarrollo en sólo 2 horas de defensa y con sólo 18 horas de preparación. ¡Es algo totalmente absurdo! Como bien dijo el Sr. Adolfo Ferreiro, para cualquier pequeño juicio, se dan 18 días de tiempo para preparar defensa. Y el mínimo estipulado por la ley es de 6 días. Le dieron 18 horas! y hay que incluir que en esas 18 horas se encuentra toda una noche y madrugada; osea, descontando 6 horas de sueño, sólo quedan 12 horas para preparar toda la defensa. Totalmente ridículo.
- El acusador y el tribunal eran el mismo: El conjunto de personas que acusó al Presidente era prácticamente el mismo que dictó la sentencia.
Así que, básicamente, es humillante para la historia política y jurídica del Paraguay. Sin contar el gran debate entre Oscar Tuma y Adolfo Ferreiro , que en realidad fue una cátedra del Sr. Ferreiro hacia Tuma, y en donde probablemente con la suficiente edición y agregado de música de circo, se podría hacer un excelente blooper en donde El Senador Tuma sería el bufón del momento. En donde el Sr. Ferreiro explica correcta y claramente el por qué el juicio político es una farsa y sólo un Circo Político en donde el fin era destituir al presidente, pero no por su inoperancia, sino por fines personales de políticos.
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