domingo, 29 de enero de 2012

Dios, en palabras de un Genio.

Salió Stephen Hawking a declarar, y todos los medios de comunicación estallaron. Este gran físico, que cumplió recientemente 70 años, declaró lo siguiente :

No es necesaria la existencia de Dios para explicar el origen del universo. Por el solo hecho de existir la ley de gravedad, es una consecuencia inevitable que el universo se cree a sí mismo de la nada. Suponer que hubo un Dios que encendió la mecha de esa gran explosión es redundante.


-Cuestionamientos como -¿Y acaso no expresó él mismo la existencia de Dios en el pasado? ¿Cómo explica el origen del Big Bang? y otras parecidas, asomaron por toda la red. El bando de los fanáticos religiosos estalló en rabia, y por el lado de los escépticos y ateos, cabalgaban los jinetes de la verdad y las amazonas del festejo. Lo cierto es que S. Hawking hizo lo que hace todo el día, simplemente razonar.
-Y no sólo esto; probablemente, ni siquiera necesitó un razonamiento tan profundo como el que necesita para sus experimentos físicos; porque notar que las religiones son una farsa, no es muy difícil. Lo difícil sería en precisar la existencia o no de Dios, y en especial, si estamos preparados para asumirlo. Lo cierto es que, generalmente, es mejor saber la dolorosa verdad, a vivir en una penumbra que sólo emana felicidad y buenos deseos desde la superficie, pero en la profundidad nos hunde en la más alta ignorancia y en lo más caustro mentalmente hablando.

-Así que, un aplauso para el Genio que dijo lo que le pareció correcto.



Y si no les gusta lo que diga un genio, al menos tengan la amabilidad intelectual de analizar sus palabras, o al mínimo, callarse.

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